Tras pasar diez años
encerrado por un crimen que no cometió, Juan queda en libertad. Está
decidido a matar a Luis "el Torcido", al que cree culpable de su
desgracia, pero como necesita dinero, no tendrá más remedio que unirse a
una cuadrilla de segadores que dirige su enemigo y que busca trabajo
por los campos de Castilla